Por primera vez en su vida, Monica experimentó traición. Después de que sus dueños la dejaron frente a un restaurante, la cachorra se sintió herida y confundida.
Mientras se acurrucaba en la puerta, la perrita miraba a la gente con sus ojos nublados de tristeza. Estaba suplicándoles que le mostraran amabilidad y amor.
Desafortunadamente, la gente ignoró a Monica y la pasó de largo como si fuera invisible.
Después de pasar horas esperando en la entrada del restaurante, el canino comenzó a temblar de miedo y frío.
¿Acaso alguien notaría su presencia mientras yacía en la puerta, sintiéndose triste y rechazada?
Una Persona Bondadosa Corre a Ayudarla
Un hombre compasivo que notó a la pequeña cachorra asustada corrió a ayudarla. La acarició, deseando hacerla sentir segura.
El buen hombre le dio de comer a Monica, pero ella se negó a comer y evitó el contacto visual. La cachorra seguía mirando a lo lejos con una expresión nostálgica en su rostro.
El hombre recogió a la perrita, la colocó en una caja de cartón sobre una toalla cálida y la llevó al veterinario.
Monica recibió un examen completo. La perrita, que se estimaba tenía dos meses, estaba infestada de larvas.
Como su rescatador notó que Monica estaba ansiosa, la acarició, tratando de consolarla.
Después de que el veterinario limpiara a la canina, decidieron dejarla en la clínica durante la noche para monitorearla.
Al día siguiente, la cachorra se sintió mejor y estaba lista para ser dada de alta.
Deseando darle el mejor cuidado posible, el rescatador decidió llevar a Monica a casa.
Tan pronto como la cachorra se mudó con el hombre amable, comenzó a explorar su hogar.
Monica conoció al perro de la familia y los dos empezaron a llevarse bien.
Gracias al maravilloso cuidado de su héroe, la perrita se sintió relajada y rápidamente se acostumbró a su nuevo entorno. Sus ojos ya no estaban tristes.
Encontrando el Amor Verdadero
El héroe de la cachorra le preparó comidas nutritivas, y Monica comenzó a prosperar rápidamente.
Él le dio mucho amor. Ella absorbió cada gota de su afecto, sintiéndose feliz y agradecida por todo lo que hizo por ella.
Con el tiempo, la canina se volvió más fuerte.
Tres meses después, Monica floreció en una hermosa perrita joven. Ella conquistó el corazón de su cuidador, quien decidió darle un hogar para siempre.
Monica se sintió sobrejoyada porque ahora tenía a un humano que la adoraba. Ella lo amaba, y sabía que él nunca la dejaría.
La cachorra vive su mejor vida con su papá. Le encanta pasear en el auto con él y pasar tiempo al aire libre con su hermano peludo.
Su papá se siente en la luna porque Monica entró en su vida. La encantadora perrita se convirtió en su fiel compañera y su mejor amiga.