En busca de comida y refugio, muchos perros deambulan por las calles todos los días. El perro conocido como Jhonny espera todo el día a que personas amables lo acaricien y lo alimenten. Se cree que no tiene dueños.
Aunque los empleados de la panadería La Espiga lo alimentaron y le dieron algunos de sus productos, lamentablemente tuvieron que cerrar, y ahora el peludo espera afuera de la panadería, esperando que sus amigos salgan y le den un poco de pan como solían hacer.
Es angustiante pensar en cuántos perros viven en las calles, donde son vulnerables a enfermedades, abusos e incluso hambre. Afortunadamente, siempre hay personas que cuidan a estos perros. Ahora esperan que cada vez que las personas vean a Jhonny, se sientan tentadas a adoptarlo o alimentarlo.
Cachorro espera comida afuera de la panadería, sin saber que están cerradas permanentemente.
Según la usuaria de Facebook Amandi Rodríguez Maya, ella publicó en el grupo Perdidos Perdidos de Tampico Madero y Altamira que un perro que cree no tiene dueños lloraba afuera de una panadería que había cerrado definitivamente sus puertas y que nadie había acudido a saludarlo como de costumbre ni a darle comida o pan como lo hacían antes.
La sucursal “La Espiga” en el centro de Tampico cerró a mediados de diciembre de 2022, por lo que el inocente perro que esperaba o se echaba todo el día afuera de la sucursal, queriendo que lo alimentaran, ya no existirá.
“La persona se llama Jhonny. Fue visto durmiendo frente a la tienda Cuidado con el Perro en el mercado, pero principalmente esperaba afuera de la panadería “La Espiga” porque sabía que el personal allí siempre le ofrecía un taco, sin importar si llovía, hacía frío o calor. Ahora que cerraron, sigue esperando afuera su comida”. El perro parece estar deprimido, afirma la revista.
Como muchos lectores se sintieron inspirados por el relato y se sintieron muy mal por la situación en la que se encuentra el despampanante Jhonny, el objetivo principal de la publicación es persuadir a quienes lo vean para que le den algo de comer. Si lo encuentras, invítalo a cenar; le gustan los paquetitos con croquetas y, en ocasiones, el pollito era uno de sus favoritos; pero no le des un hueso porque le duele, aconseja la revista.