“Es fácil asumir que todos se preocupan por los animales y tomarían medidas para protegerlos. Desafortunadamente, esto no siempre es el caso. Hay personas que ignoran a los animales necesitados o incluso les hacen daño intencionalmente. Algunos animales son dejados a su suerte en las calles, como si fueran basura.
Uno de esos animales era una cachorrita llamada Bean. Su pasado probablemente no fue feliz, y la encontraron abandonada en una caja de cartón. Pero ese no era el único problema. Bean sufría de problemas médicos que hacían que su estómago se hinchara y sus patas se hincharan también. Estaba claro que necesitaba ayuda.
Afortunadamente, los rescatistas llevaron a Bean al veterinario, donde le diagnosticaron líquido en el estómago. La causa de esto no estaba clara, pero estaba afectando su calidad de vida. La buena noticia era que con un poco de tratamiento, Bean comenzó a mejorar. Después de solo un par de días, estaba lista para irse a casa con sus rescatistas.
Con el tiempo, la condición de Bean continuó mejorando. Pasó de ser una cachorrita enferma y débil a ser una perra animada y llena de energía. Gracias a un procedimiento para drenar el estómago, su barriga volvió a su tamaño normal y sus patas pudieron volver a sostenerla.
La historia de Bean es un recordatorio de que todos los animales merecen amor, cuidado y atención. Solo hace falta una persona amable para marcar la diferencia y cambiar la vida de un animal para siempre.”