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Para algunas personas, la oleada de entusiasmo extra pero fugaz se extiende a su deseo de tener una mascota, sí o no, sin importar si podrán cuidar de ese animal.

Tener un animal en casa no es un juego, aunque para algunos pareciera serlo. Se dan cuenta del trabajo que implica una vez que los tienen y, lamentablemente, deciden liberarlos a su suerte. Esta triste realidad fue la que enfrentó el refugio de animales Stray Rescue of St. Louis, con sede en Saint Louis, Missouri. Un camionero contactó a los voluntarios tras ver una caja con tres cachorros pequeños al costado de la carretera. A pesar de avistarlos desde la distancia, los cachorros estaban en una situación terrible: débiles y asustados. El conductor tuvo que continuar su ruta, por lo que alertó a los amantes de los animales, quienes acudieron rápidamente al lugar.

Llevó tiempo a los rescatistas confirmar la información proporcionada por el conductor al llegar al sitio. Lamentablemente, descubrieron que eran tres bebés recién nacidos abandonados en condiciones deplorables por alguien que se había cansado de ellos. “Estos bebés están realmente infelices, aterrorizados y heridos por haber sido abandonados esta mañana. Haremos todo lo posible para asegurarles una vida larga y hermosa”, expresó un representante de Stray Rescue of St. Louis.

Dada la gravedad de la situación, el personal de rescate trasladó a los animales al refugio lo antes posible. Una vez a salvo, fueron alimentados con biberón y recibieron atención médica para sanar sus heridas, algunas infectadas y abiertas. Después de ganar peso y resistencia, los expertos concluyeron que los cachorros tenían varias dolencias. Afortunadamente, han recuperado la felicidad y la salud.

“Estaban en muy mal estado, con heridas abiertas y algunas infectadas, como descubrimos”, destacaron los veterinarios. Todos en el refugio coincidieron en que, dadas las fechas navideñas y las características físicas de los animales, el abandono se debió a que alguien los recibió como regalo pero claramente no los apreciaba lo suficiente. Ahora esperan un hogar real donde serán adorados como merecen.

Comparte esta historia con tu familia y amigos. Tal vez debamos reflexionar antes de regalar seres vivos a otros. ¡Las mascotas no son juguetes!

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