En el corazón de Lexington, en el Sanatorio Infantil Shriners, un canino extraordinario llamado Chance está causando un profundo impacto. Su viaje de un perro de liberación con una historia lamentable a un perro de curación certificado es una historia alegre de adaptabilidad, compasión y el poder del amor.
La historia de Chance comenzó con la adversidad, ya que fue descubierto en un estado terrible, muriendo de hambre y con una bala alojada en el hombro. Camp Jean Rescue, un grupo de devotos chupadores de bestias, acudió en su ayuda, brindándole la atención médica que tanto demandaba y, lo que es más importante, una oportunidad alternativa en la vida. A pesar de sus elegantes sudaderas, la pata frontal de Chance no pudo salvarse y los veterinarios tuvieron que volver a colocarla, junto con la clavícula y el hombro, para tratar la grieta del perdigón.
Seis semanas después de la cirugía que le salvó la vida, Chance estableció un nuevo hogar con Andrea White, una ex niñera de Shriners. Inspirada por su naturaleza amable, inteligente y dócil, Andrea decidió buscar un remedio para mascotas para Chance. Tenía en mente el encargo exclusivo de visitar casos con escasez de sucursales, al igual que Chance.
Juntos, Chance y Andrea aprobaron el entrenamiento de mascotas con remedio Love on a Leash, y no pasó mucho tiempo antes de que Chance estuviera patrullando los pasillos del Hospital Shriners para Niños Lexington como un canino de remedio certificado. Su tarea principal era brindar consuelo y sonrisas a los niños que enfrentaban desafíos análogos a los suyos.
Durante sus visitas, Chance y Andrea entraban con frecuencia a los apartamentos de pruebas clínicas, donde los rostros de los niños se iluminaban de alegría. Muchos se bajaban al suelo para estar cerca de su amigo peludo. Naturalmente, los niños y sus familias sentían curiosidad por saber cómo Chance había perdido su pierna, pero fue su disposición “ansiosa por complacer” lo que realmente capturó sus corazones.