La situación de Gus no era como la de los otros perros que los voluntarios de la asociación habían acogido antes. Las calles hicieron estragos en su salud, provocándole un tumor canceroso muy cerca de uno de sus ojos.
Los cuidadores del lugar se dedicaron a llenar de mimos y atenciones al peludo. Necesitaba someterse a sesiones de radioterapia y además padecía la enfermedad llamada dirofilariosis.
A pesar de sus muchas dolencias, el corazón puro de Gus estaba intacto. Era el perro más amigable y atractivo de toda la asociación; simplemente era difícil no amarlo y, por eso, su causa tocó el corazón de cientos de personas.
¡SE REQUIEREN FONDOS! No entiendo cómo alguien puede ver a un perro en estas condiciones y no hacer nada. Gus necesitará ver a nuestros expertos para recibir tratamiento quirúrgico y seguramente necesitará atención médica exhaustiva. POR FAVOR AYÚDENOS A AYUDAR A GUS”, pidió la asociación a los internautas a través de sus redes sociales.
Luego de haber salido victorioso de su operación, el peludo tuvo que seguir recibiendo quimioterapia y, además, lidiando con su padecimiento cardíaco. Pero aún así, se preparó para ser invitado permanentemente a un hogar de cuidados.
Atrás quedó el oscuro pasado de este perrito. Actualmente, en lugar del frío de la noche, podría quedarse dormido en una cama lujosa y nunca volver a tener hambre, ya que podría disfrutar de todas las hamburguesas calientes que deseara.
Lo tuvo todo y llegó a ser el mundo entero de su familia. Por si fuera poco, también después de su acogida, siguió contando con el apoyo de los especialistas de la asociación, contando con su propia enfermera a domicilio que se aseguraba de arroparlo bien en su cama todas las noches.
Afirman que el mejor momento de la vida es breve y esto le pasó a Gus. Luego de un par de meses de ser adoptado, falleció a los 12 años, dejando una huella imborrable en quienes tuvieron la dicha de conocer su motivadora historia de lucha.
“Ciertamente extrañaré irme a dormir todas las noches con tu manta azul. Ojalá tuviéramos más tiempo juntos, tu bienestar se deterioró tan rápido. Pero si algo aprendí de ti fue cómo actuar desinteresadamente, para poder escucharte cuando me dijiste que era hora de irte. Espero que ahora estés durmiendo una siesta al sol, querido Gus”, escribió la enfermera peluda.
No hay duda, el único punto verdaderamente valioso e importante en la vida es difundir el amor a través de acciones que acaben con la tristeza de los más inocentes, de aquellos que tienen el corazón más inmenso y sólo quieren ser correspondidos.
Cuando encuentres un animal callejero en la calle, no lo ignores; conviértete en esa mano amiga que necesita.