Caminando por la calle, un devoto rescatador de animales vio algo que le rompió el corazón en mil pedazos.
Un pequeño cachorro estaba atado a un bote de basura, llorando desesperadamente, suplicando que alguien lo salvara.
El rescatador corrió de inmediato a la tienda para comprarle algo de comida deliciosa, con la intención de ganar su confianza y llevarlo a un lugar seguro.
Tan pronto como el dulce perrito olió la comida, la devoró de un solo bocado, llenando no solo su estómago, sino también su corazón.
Después de permitir que el rescatador se acercara y lo desatara, ambos se dirigieron a la casa del rescatador, donde comenzarían su nueva vida.
Finalmente a salvo
Sabiendo que probablemente no había comido en días, el rescatador decidió darle otra comida tan pronto como entraron a su casa. Y fue una buena idea, ya que el cachorro, nuevamente, devoró todo sin dejar ni una sola migaja.
Pero lo que más entristeció al rescatador fue el hecho de que el cachorro seguía mirándolo cada vez que daba un bocado, temiendo que pudiera quitárselo.
Tener el estómago lleno sin duda hizo que el cachorro se sintiera mucho mejor, pero aún no se sentía del todo cómodo en su nuevo entorno, por lo que decidió esconderse debajo de una cama.
El rescatador vio esto como la oportunidad perfecta para intentar jugar con él, con la esperanza de ganarse finalmente su confianza por completo.
Y funcionó!
Poco a poco, el cachorro se sintió mucho más cómodo con su nuevo humano. El rescatador pasó el resto del día creando un vínculo con él, asegurándole que nada volvería a hacerle daño.
Al día siguiente, el rescatador llevó al cachorro al veterinario y se sintió aliviado al descubrir que no tenía huesos rotos.
Sin embargo, tenía algunas deformidades que probablemente se debían a la falta de nutrientes en su alimentación durante sus primeros días. Los veterinarios también descubrieron que tenía una infección en el oído que necesitaba tratamiento inmediato.
Como su pelaje estaba completamente cubierto de garrapatas y pulgas, los veterinarios decidieron que sería mejor darle un pequeño corte de pelo y enviarlo a casa con toda la medicación necesaria.
Camino hacia la recuperación
Su rescatador se aseguró de que tuviera todo lo necesario para que su recuperación fuera rápida y cómoda.
Nombrándolo Arki, el cachorro finalmente estaba listo para comenzar su nueva vida.
Después de ver todos los esfuerzos que su nuevo humano estaba dispuesto a hacer para asegurar su felicidad y salud, Arki finalmente conoció lo que se sentía al ser amado.
Se convirtió en un miembro permanente de su nueva familia, quienes aseguraron que cada día estuviera lleno de diversión, amor y aventuras.
Un gran agradecimiento a su rescatador, no solo por sacarlo de las calles, sino también por brindarle la bondad y adoración que siempre mereció.
Eres un héroe, ¡gracias!