Fue descubierto en una habitación cerrada mientras su dueño estaba fuera y, como tenía tan bajo peso, nadie quería llevárselo. Adoptamos a Harlow de un refugio de PSA en enero de 2021.

Cuando lo llevé adentro, tenía miedo de quedarse allí, así que tuve que quedarme a su lado y hablar con él para que se sintiera mejor. Además, lo alimentaron para que pudiera ganar peso.

AL DÍA SIGUIENTE, PODÍA JUGAR UN POCO CON JADA AFUERA, PERO CUANDO LO DEJAMOS SOLO, SE SENTÍA MUY INFELIZ, ASÍ QUE BÁSICAMENTE TENÍA QUE HABLAR CON ÉL TODO EL TIEMPO, INCLUSO PERMITIRLE DORMIR EN MI HABITACIÓN POR UNOS DÍAS.

Al cabo de una semana ganó 2 kilos gracias a su buen apetito, pero todavía parecía bastante delgado y, en el peor de los casos, tenía 20 kilos menos de peso.

Con el tiempo se volvió más seguro de sí mismo y menos propenso a preocuparse. También aprendió a caminar, dejó de tener miedo a la oscuridad y desarrolló la afición a correr por el jardín.

“LE REGALÉ UN PRIMER VIAJE A LA PLAYA DESPUÉS DE 3 MESES Y LO DISFRUTÓ MUCHO”, dijo el autor.

Echemos un vistazo a la increíble transformación de Harlow. Ahora es un perro sano, confiado y, en ocasiones, travieso porque le encanta jugar.

Tiene esa mala costumbre que yo detesto tanto, pero es bueno que haya podido olvidarla.