Cuando una mujer llamada Belén vio una publicación en Internet sobre un perro mayor cuya familia decidió regalarlo, se enamoró al instante.
Sabiendo que no todo el mundo está dispuesto a adoptar un perro de 17 años, Belén decidió que quería acogerlo.
Hogar de acogida
Después de negociar con su pareja, se dirigieron al refugio para recoger a la perrita mayor, llamada Betty.
“Cuando la recogimos, ella dijo: ‘Por favor, llévenme’”, dijo Belén.
Durante el viaje en coche hasta su hogar de acogida, Betty estaba muy tranquila y serena, como si supiera que la estaban salvando.
Sin embargo, Betty necesitó algo de tiempo para adaptarse a su entorno. El primer día, no tenía mucho apetito y parecía un poco nerviosa.
Iba de un lado a otro por toda la casa. No quería comer. Creo que estaba muy perdida. Tal vez no sabía si esta era su casa. No dejaba de olfatearlo todo. Belén decidió comprarle a Betty dos camas al principio, para que pudiera elegir en cuál se sentía más cómoda.
A pesar de que había una cama perfecta para su tamaño, Betty decidió elegir la más pequeña.
La pequeña que compramos era demasiado pequeña para ella, pero le encantaba esa cama y, como que se acurruca en una posición extraña para dormir allí.
Acomodándose
Cuando llegó el segundo día, Betty se sintió mucho más cómoda y relajada.
“Se iluminó un poco. Nos dejó acariciarla, nos estaba explorando. Estaba husmeando, moviéndose a nuestro alrededor”, dijo Mark, el padre adoptivo de Betty.
Betty salía al patio trasero y exploraba, olfateando todo lo que encontraba.
Y, cuando entraba después de un largo día de exploración, Betty disfrutaba de una comida agradable y deliciosa.
Se había adaptado mucho mejor de lo que pensábamos que lo haría. Y le encanta comunicarse.
Todas las mañanas, entre las 6 y las 7:30, entraba y se acercaba al lado de la cama de Mark, emitiendo pequeños gruñidos, ya que no puede ladrar.
Betty se convierte en un adorable despertador que les dice a sus padres adoptivos que es hora de dar su largo paseo matutino.
Al pasar tanto tiempo con sus padres adoptivos, Betty dejó en claro cómo funciona. Ellos saben lo que quiere y qué significan exactamente sus gemidos.