Un día, un cuidador vio un perro increíblemente delgado en la calle. De hecho, lloraba porque tenía hambre. eга un esqueleto andante. Estaba claro: el perro no había comido en mucho tiempo.
La persona que encontró al perro se llamó a una mujer llamada Tina Solera. En la ciudad española de Murcia, ella se dedica a salvar perros.
Tina fue inmediatamente al lugar que había indicado la persona que llamó y encontró todo exactamente como él dijo.
eга una galga o “galgo español”. Al mirarla, Solera se dio cuenta: simplemente estaban ahuyentando al perro, como suelen hacer con estos perros. Su destino suele ser triste.
Los residentes en España tienen perros de esta raza para cazar liebres estacionales. Y luego los arrojaban así a la calle o los mataban. ¡Finalmente, el propietario ya no los necesita!
Se aprovechan los galgos de la edad óptima para esta caza, desde agosto hasta los dos años. Pero luego también llegan a la edad de “jubilación”, que suele ser el final más trágico.
Sabiendo esto muy bien, Solera, que nació en Inglaterra y vive en Murcia, organizó un centro especial. Intenta salvar la vida de perros de esta raza.
La mujer se llevó a casa a la sabuesa gris, llamada Matilda. El perro tenía muchas pulgas y garrapatas. Y sus acciones podían mostrar un miedo tan fuerte que casi le dolía salvar a su salvador. Incluso tuvieron que ponerle un bozal al perro.
Al mismo tiempo, Solera sabía que no se trataba de la agresión del perro, sino de su miedo y desconfianza. Gracias a ella, tuvo que soportar muchas dificultades.
Tina dijo más tarde que nunca había escuchado un “grito” tan desesperado de los perros. ¡La mujer incluso sugirió que el perro tenía un dolor intenso!
Sin embargo, un examen realizado por el veterinario demostró que Matilda estaba sana. Sí, estaba extremadamente ɡгаⱱe pero no mostraba signos de una enfermedad ɡгаⱱe.
Tina llevó al perro a casa e hizo todo lo que pudo para recuperarse. Con el paso del tiempo, la mascota que había ganado peso se volvió interminable, feliz. Entonces Tina decidió que eга hora de encontrar al dueño a largo plazo de Matilda. Y se exportó.
Por cierto, quedaron muy sorprendidos con las palabras de Tina sobre el perro. Ella es tímida y tímida. Pero frente a ellos hay un perro alegre y valiente. Gracias por esto Tina. ¡Hizo que Matilda volviera a confiar en todos!
Los nuevos dueños le dieron al perro un nombre diferente. Ahora ella es Dizzy. Pero ella todavía es feliz y desea mucho a quienes la aman y la cuidan. ¡Así que hoy nada hará que Dizzy “llore” más!