Su tamaño era tan grande que no podía descansar cómodamente en su postura habitual. Raahi era una cachorrita de la calle. Estaba sola, sin nadie que la cuidara. Raahi era extremadamente pequeña y valiente.
La masa que había salido del vientre de Raahi era extremadamente grande. Parecía un tumor gigante. Llevaron a Raahi inmediatamente a recibir atención médica.
Sin embargo, tras una observación minuciosa, el equipo veterinario pensó que la gran masa era una hernia inguinal. El equipo veterinario sedó a Raahi para varias operaciones.
Según el veterinario, la cirugía fue la opción más segura a pesar de que era muy pequeña. Después de que terminó la cirugía, le cosieron los puntos a Raahi y le sacaron dos dientes flojos.
Raahi solo necesitaba descansar un rato. Estaba en un hermoso refugio y los empleados del refugio se encargaban de cuidarla.
Dos días después de la operación, estaba muy débil, pero ahora estaba mucho más feliz y considerablemente más sana.
Después de varios días, el personal observó que parecía mucho más cómoda. Especialmente, cuando estaba acostada, ya no tenía que soportar una masa gigante. Se recuperó rápidamente.
Raahi se curó de la cirugía y se convirtió en un perrito feliz y entusiasta.
Era evidente que se sentía mucho mejor.