La historia de Paulito, un perro viejo, enfermo y con sarna, nos hace pensar en cuánto el alma humana puede empujarnos a realizar acciones generosas y amorosas. Nadie habría tomado a este perro y lo habría salvado de esta situación. Vivió en la calle durante años. Sin embargo, justo al final de su vida, recibió el amor que tanto necesitaba.
La vida de Paulito siempre ha sido en el camino. No sabía nada más que sobrevivir. Su cuerpo se había vuelto muy débil ahora. Después de todos estos años, le molestaba el sufrimiento que había experimentado. Envejecido y costroso, un verdadero milagro estaba a punto de ocurrirle a Paulito.
El pobre perro sólo conoce los peligros del camino. Sólo con su determinación y voluntad logró siempre seguir adelante. Pero ahora me dolía demasiado. Con el cuerpo lleno de heridas y con pesadas costras que dejaban su piel seca y agrietada, le esperaba una muerte segura.
Nadie hubiera imaginado jamás que un rescatista en Chile podría salvar a Paulito. Y sin embargo sucedió. El perro no sólo recibió la atención médica que tanto necesitaba, sino que estaba a punto de experimentar el amor de una familia real.
Primero llevado a una clínica veterinaria para recibir tratamiento, a Paulito le esperaba un loco cambio de vida.
A través de una publicación en Facebook de “Adopción David Fernández” nos enteramos que Paulito había cambiado sus costumbres. Curado de la sarna, encuentra una familia que lo acoge en su casa. A pesar de su edad y su cuerpo golpeado por las heridas, el perro todavía estaba listo para defenderse.
No quería darse por vencido y estaba dispuesto a experimentar el amor por primera vez en su vida.
Así vemos en las imágenes la transformación de Paulito: la costra había desaparecido y su cuerpo poco a poco iba sanando. Estas personas de buen corazón estaban dispuestas a darle todo el amor que necesitaba.