En el vasto mar de desgarradoras historias de perros, esta sin duda te sacará lágrimas.

Maru, el perro más dulce, es el protagonista principal. Y, si pudiera hablar, estoy cien por ciento seguro de que cambiaría toda la fama que ha ganado por diferentes circunstancias de vida.

Encadenado en un lugar aislado cerca de un acantilado peligroso, Maru desperdició diez años de vida debido al abandono. ¡Sin embargo, nunca dejó de esperar que llegara un mañana mejor!

Años de Soledad y Desconsuelo

La historia de Maru comienza catorce años atrás, cuando era solo un cachorrito. Con solo unos meses de edad, su dueño lo compró a un precio muy alto y lo mantuvo en la familia durante cuatro años. Luego, ¡llegó el desconsuelo!

Cuando otro dueño se hizo cargo de Maru, decidió mantenerlo encadenado afuera. Nunca en sus sueños más salvajes pudo imaginar este dulce perro que pasaría la mayor parte de su vida prisionero.

Lo mantuvieron con una correa corta en una pequeña estructura que servía como casa para perros. Estaba tan cerca del acantilado que su vida estaba en peligro a diario.

“A lo largo de los años, nos hemos encontrado con varios perros abandonados, pero esta ubicación fue una de las peores. La pequeña estructura, que parecía una casa para el perro, estaba al borde de un acantilado”, escribió el equipo de rescate en Instagram.

El pobre Maru pasó años acurrucado bajo una pequeña lámina de metal, que básicamente era un techo. Allí se escondía de las fuertes lluvias y el frío. Y, tristemente, también se veía obligado a hacer sus necesidades allí.

La buena gente de WEACT se apresuró a realizar una misión de rescate tan pronto como escucharon su historia. Lo que más les impactó fue el hecho de que Maru estuvo allí durante años sin que nadie lo ayudara.

Se sintieron terriblemente apenados por haber llegado demasiado tarde. Maru ya estaba en sus años de vejez, y aún así no tuvo ni una sola oportunidad de conocer el verdadero significado de un hogar acogedor en la última década.

Cuando los rescatadores se acercaron a él, temiendo lo peor, ¡sucedió lo más increíble! En lugar de ser agresivo y poco sociable, Maru los recibió con la más dulce sonrisa y moviendo la cola.

Estaba extremadamente feliz de tener gente alrededor, como si intentara explicarles lo solo y triste que había estado todo este tiempo.

Luz al final del túnel

El equipo pronto lo recogió en una jaula y lo llevó a sus instalaciones.

Durante el viaje hacia una nueva vida, Maru estaba bastante nervioso, pero todas sus dudas desaparecieron una vez que llegó al refugio. Le sirvieron un gran tazón de comida para perros que devoró en minutos.

Estaba extremadamente hambriento y demacrado, aunque su pelaje decía lo contrario. Maru tenía varias capas de pelaje colgando de su cuerpo que lo hacían parecer un perro con sobrepeso.

“El enredo de pelo que colgaba de su cuerpo parecía una armadura”, escribió WEACT.

Luego llegó una sesión de aseo… ¡y otro desgarrador momento!

Cuando finalmente se le quitó el pelaje enredado después de 10 años, Maru parecía un perrito muy pequeño. Estaba extremadamente bajo de peso y necesitaba al menos quince libras para verse como se suponía que debía.

Las huellas de su dura vida acumuladas a lo largo de los años eran visibles por todas partes. Tenía cicatrices en su cuerpo y le faltaban muchos dientes. La peor parte fue que Maru fue diagnosticado con gusanos del corazón en etapa 2.

A pesar de todo eso, era tan amoroso y cariñoso, simplemente feliz de estar lejos de esa pequeña y inadecuada estructura.

Maru todavía tiene un largo camino por recorrer, pero sus cuidadores se asegurarán de hacer absolutamente todo para ayudarlo. Por ahora, su objetivo principal es mantener a este dulce ser lo más cómodo posible.

Hacer que los años dorados de Maru sean memorables es realmente un privilegio, y el equipo de WEACT definitivamente sabe cómo lograrlo.

“WEACT ahora se convertirá en su familia. Nos aseguraremos de brindarle felicidad en un entorno cálido y seguro”, declararon.